Las ironias de un encuentro en la soledad de la ciudad

A veces pasa que cuando se siente la soledad entre los millones que coexisten en la ciudad, sumergido entre la ironía de todo lo que esto representa (-7,500 h por km2), es que de la nada la mente puede dar un vuelco perdida en la efímera imagen del par de ojos que pestañean a unos pasos. No hay nombres ni palabras y por un momento todo pareciera perderse en el agridulce sabor de la dilación de la percepción del tiempo (cosa que aún en un ámbito normal sucede con centésimas de segundo en cuanto al retraso de percepción de las imágenes captadas en el globo ocular) y el propio entrecruzamiento, esperado una y otra vez, puede suceder de maneras que a ratos parecieran interminables pese a durar un segundo o menos.
Que dicha es cuando las miradas se corresponden y por un momento la monstruosa urbe parece aguardar en silencio, por lo menos ante la propia imaginación de uno, permitiendo olvidar los sonidos hidráulicos, mecánicos e industriales que invaden nuestros oídos día a día. De la nada parece escucharse únicamente el latido del corazón que se agita con cada sublime parpadeo de aquella persona que voltea de vez en vez descubriendo –quizá- la mirada de quien le admira.
Unir los puntos podría llevar a alguna buena relación; estropearlo todo caer en cuenta que solo se ha dado la impresión de estar orate; ser rechazado por alguna manera ridícula; o bien un formidable encontronazo… Pero igual vale la pena el momento por si mismo, como para pintar un lienzo con el propio sentimiento y albergar aquella promesa inconclusa o bien aquel principio como una memoria de las pocas cosas bellas que pudieran suceder entre la suciedad de la ciudad y ver desaparecer a aquella persona mientras el mundo se acelera progresivamente pareciera, aunque doloroso, un momento orquestado con una belleza sublime, como una sinfonía de perdida que en su orden armónico pudiera producir, al observarse detenidamente, mas una admiración por las posibilidades que un dolor por la perdida. La belleza de lo efímero parece muchas veces distinguirse de entre todo…
Luego hay que considerar que todo esta en constante cambio… puede pensarse que por lo mismo todo tiene un punto desde el cual se puede admirar.


M.V. Diamantino

Comments

Lord Deimos said…
Oh dear... is low back pain improvement something good for the pain itself or against it?

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