De responsabilidades, burnout, disciplina y sus parabienes

Responsabilidades, el querido y deseado lastre de la adultez, esas cosas que al hacerlas simbolizan la madurez de la vida. Trabajo a cuenta ajena, paternidad, mascotas, estudio, impuestos, deudas, limpieza de la casa, salud, ejercicio… en algún momento entre todo ello, también escurrido entre el estrés por la forma en la que cambia el mundo entre guerras, el covid (que aún sigue dando de qué hablar) y las fluctuaciones en la economía que a todos nos afectan; ahí, en medio de todo, esta mi ánimo para seguir escribiendo, narrando y teniendo una ocupación alternativa desde el ocio que más me gusta: escribir y jugar videojuegos.

Creo firmemente que los que seguimos trabajando en áreas altamente demandadas por las características de la -ya no tan nueva- normalidad en este mundo de cambios, esas actividades indispensables, los héroes sobre explotados a los que por moda nos aplaudían en las terrazas; todos arrastramos mucho la cobija junto con muchas otras cosas (cansancio, ansiedad, paranoia…) hacia los terrenos del burnout. Hay días que termino preguntándome en que momento puedo encajar el escribir, estudiar, dibujar, tocar música, narrar, streamear, ejercitarme y pasar tiempo de calidad con mis hijas y mi esposa. Hay momentos en los que llegan las 2 de la mañana sin apenas haberme detenido unos minutos para descansar. Luego comienza a llorar mi hija más pequeña, o hace alguna trastada la otra, o uno de los perretes vomita en medio del salón.

Necesito organizarme mejor, es un hecho, más aún si esto, lejos de que podría monetizarse y ser un ingreso extra (tortuosamente necesario en estas épocas), representa ese resquicio de salud mental tan necesario para olvidar todos los estreses y que, coincidentemente, tanto me gusta hacer con mi esposa. Y bueno aquí estamos, en una de tantas notas editoriales en las que uno expresa el deseo de ello en la página de éste intento de proyecto que conjuga públicamente dichos gustos y deseos como proyectos. Hay una diferencia importante, puesto que, aun cuando el tiempo es una clave escaza en todo lo que demanda el día a día, finalmente damos pasos hacia adelante muy importantes para ello. Ante todo, ya tenemos ensamblado un ordenador gaming que nos permite tener la tecnología renovada para que (ya ni hablar del stream o render de ediciones) la simple tarea de escribir no sea una acción tortuosa de enfrentamiento contra la eternidad de los procesos de un ordenador viejo e inútil. Por otro lado, ya no tenemos la ansiedad de ver en qué momento y como llegará nuestra nueva hija y, venturosamente, su crecimiento saludable nos está permitiendo cada vez más establecer mejor las rutinas que nos puedan dejar a mi esposa y a mi ese tiempo necesario para todo ello que os digo. Puedo entonces pensar que de ahora en adelante será más posible hacer acto de presencia público en estas actividades (Stream y narraciones en específico). Luego, no puedo prometer nada, porque en el crecimiento personal estoy buscando nuevos caminos en mi vocación y profesión principal, aunque no dejan de ser, estas actividades que os cuento, otra vocación añadida por el gusto al arte literario y la creación de contenido. En fin, como diría Lovecraft: “No está muerto lo que por siempre yace…” y verán que en el momento menos esperado resurgirá este proyecto con la fuerza, disciplina y constancia para hacerlo crecer.

 

-Mauricio Velázquez Diamantino (Dr. Deimos)

20/09/2022

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